jueves, noviembre 10, 2011

Cyclomatic complexity analyzer for python3

Genii (or PyGenii) is a humble clone of PyGenie, a cyclomatic complexity
analyzer for Python programs. You can find it here.

I am using Python 3, and I could not get pyGenie to work, because it was
designed for Python 2. So I decided to take a look into the pyGenie code, and
write another analyzer. The output is nearly the same as in pyGenie, and the
command line arguments are all equal but one. Thus, people who have used
pyGenie won't have any problems with this one (apart from the obvious fact that
it was written in a fast and dirty way).

Install as usual, i.e., "python setup.py install".

Type genii -h (or genii.bat -h) for usage instructions.

Promise I shall write a better documentation, but for now this is all I can
offer. Feel free to send any questions or ideas.

viernes, marzo 11, 2011

Tu risa

Cuando acabé de quitarme la ropa interior, tu risa acabó con mi vida. No podías haber escogido un momento más inoportuno. El recuerdo de aquella graciosa escena que desató tu risa loca se coló como un gorrión por la ventana, y terminó con las pocas esperanzas de llevarte a la cama que albergaba. Al principio, traté de comprender qué estaba pasando. Intenté insuflar algo de lógica a la situación tan desagradable a la que habíamos llegado. Pero me fue difícil, agarrotado por la tensión incómoda que nos envolvía, volver a convertirme en un hombre.

La verdad es que nunca tuve confianza en que llegara este momento. No pensé que te gustaba hasta este extremo. Algunos de mis defectos, como el exceso de vello corporal, o mi arraigada costumbre de no ducharme más que en días impares de luna llena, parecían cargas de profundidad dirigidas hacia nuestra relación. Nadie en su sano juicio querría acostarse en la misma cama donde un hombre adulto aun seguía durmiendo con sus figuras de superhéroes. Y sin embargo ocurrió.

Aquel día, tu actitud me hizo sospechar. Una cerveza tras otra, tu intención de emborracharte era evidente. Y eso solo podía significar una cosa: sexo. Solo una persona completamente alcoholizada podría reunir el valor de acostarse conmigo. Nos fuimos a casa. Nada más llegar, saltaste sobre la cama y te quitaste la ropa rápidamente, como si quisieras que el mal trago pasara cuanto antes. Animado, esperanzado, contemplé tu desnudez y decidí que ya era hora de convertirme en un hombre de verdad. Torpe como un bebé, me deshice de la ropa interior tejida por mi madre, y me mostré ante ti. Y entonces te reíste.